RESUMEN
Este estudio investigó la relación entre la percepción de los corredores de sus necesidades de líquidos y su conducta al beber bajo condiciones de estrés por calor compensable (temperatura ambiente = 20.5 ± 0.7 ºC, 68.98 F; humedad relativa = 76.7%). A dieciocho corredores con experiencia (15 hombres, edad 40.5 ± 2.5 años, y 3 mujeres, 42 ± 2.3 años) se les dio acceso ad libitum a una bebida deportiva (solución al 6% de carbohidratos – electrolitos) en las millas 2, 4, 6 7 8. Después de la carrera (75.5 ± 8.0 minutos), los sujetos completaron cuestionarios que les pedían que estimaran la cantidad de líquidos que habían ingerido y las pérdidas por sudor. En promedio presentaron una deshidratación de 1.9% ± 0.8 % de su peso corporal inicial (la media de la pérdida de sudor fue de 21.6 ± 5.1 mL kg ^-1 h ^-1). Los sujetos reemplazaron únicamente 30.5% ± 18.1% de las pérdidas por sudor y subestimaron sus pérdidas por sudor en un 42.5% ± 36.6% (p ≤ 0.001). Las estimaciones de los sujetos de sus propias ingestas de líquidos (5.2 ± 3.2 mL kg ^-1 h ^-1) no fueron significativamente diferentes de la ingesta real de líquidos (6.1 ± 3.4 mL kg ^-1 h ^-1) y fueron correlacionados significativamente (r=0.63, p= 0.005). Los datos indican que incluso bajo condiciones favorables, los corredores con experiencia se deshidratan voluntariamente (p ≤ 0.01), posiblemente porque son no son capaces de calcular exactamente sus pérdidas de sudor y consecuentemente no pueden juzgar subjetivamente cuánto líquido deben ingerir para prevenir la deshidratación. Esta conclusión sugiere que los corredores no deben depender de su auto-valoración para mantener una adecuada hidratación, resalta la necesidad de que los corredores mejoren su capacidad para autoevaluar las pérdidas de sudor y sugiere que es necesario tener un régimen de ingesta de líquidos predeterminados si desean mantener una hidratación óptima.
Int. J. Sport Nutr. Exerc. Metab., 2007, 17:284-295.