El sueño en atletas élite y las intervenciones nutricionales para mejorar el sueño.

RESUMEN

El sueño tiene numerosas funciones fisiológicas y cognitivas importantes que pueden ser particularmente significativas en los atletas élite. La evidencia reciente, así como la información anecdótica, sugiere que los atletas pueden experimentar una calidad y/o cantidad reducida del sueño. La falta de sueño puede tener efectos significativos en el rendimiento deportivo, especialmente en el ejercicio submáximo, prolongado. El sueño alterado también puede influir en el aprendizaje, la memoria, la cognición, la percepción del dolor, la inmunidad e inflamación. Además, los cambios en el metabolismo de la glucosa y la función neuroendócrina como resultado de una privación parcial o crónica del sueño pueden dar lugar a alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos, el apetito, la ingesta de alimentos y la síntesis de proteínas. Estos factores en última instancia pueden tener una influencia negativa en el estado nutricional, metabólico y endócrino de un atleta y por lo tanto reducir potencialmente el rendimiento deportivo. La investigación ha identificado un número de neurotransmisores asociados con el ciclo de sueño-vigilia. Estos incluyen la serotonina, el ácido gamma-aminobutírico, orexina, hormona concentradora de melanina, colinérgicos, galanina, noradrenalina e histamina. Por lo tanto, las intervenciones nutricionales que pueden actuar sobre estos neurotransmisores en el cerebro también pueden influir en el sueño. Los carbohidratos, el triptófano, la valeriana, melatonina y otras intervenciones nutricionales han sido investigados como posibles inductores del sueño y representan intervenciones potenciales prometedoras. En esta revisión, se examinan los factores que influyen en la calidad y cantidad del sueño en poblaciones atléticas y se considera el impacto potencial de las intervenciones nutricionales. Si bien hay algunas investigaciones que estudian los efectos de las intervenciones nutricionales en el sueño, futuras investigaciones pueden resaltar la importancia de las intervenciones dietéticas y nutricionales para mejorar el sueño.