RESUMEN
Medimos los efectos de la dosis-respuesta del contenido de sodio en la bebida (tratamientos: 0 mmol/L, 18 mmol/L, 30 mmol/L, 40 mmol/L y 60 mmol/L) sobre la percepción sensorial y la palatabilidad en los atletas en cuatro momentos: en un escenario sedentario de laboratorio (contexto sin ejercicio), antes del ejercicio y después de 60 min y 120 min de ejercicio aeróbico en circuito. Cincuenta y cinco triatletas y corredores (30 hombres, de 39.7 (8.0 DE) años; 25 mujeres, de 37.2 (9.2 DE) años) probaron bebidas con 6% de carbohidratos con un contenido variante de sodio durante las condiciones sedentarias y antes del ejercicio y tuvieron acceso a las bebidas a libre demanda durante las condiciones de ejercicio. Se presentó una discriminación significativa en la intensidad entre todos los niveles de sodio (p< ó = 0.001), excepto 0 mmol/L vs 18 mmol/L y 30 mmol/L vs 40 mmol/L. No hubo diferencias significativas entre los 4 momentos para la intensidad percibida de sal. Sin embargo, la aceptabilidad general de la bebida y el agrado por la salinidad de la bebida con 60 mmol/L fue mayor antes del ejercicio, después de 60 min y 120 min de ejercicio que durante la condición sedentaria. Las señales ambientales del contexto del ejercicio podrían estar asociadas con un aumento en la palatabilidad de la bebida que contiene 60 mmol/L de sodio sobre la condición sedentaria. Las medidas sensoriales proporcionaron una mejor diferenciación (fueron más sensibles a los efectos del tratamiento) entre las concentraciones de sal que entre el consumo de líquido. Ni la sed, ni las pérdidas de sudor, estuvieron relacionadas con la palatabilidad de la bebida o el gusto por lo salado. El agrado por lo salado estuvo relacionado con el consumo de líquido, pero no la sed. Hubo una correlación negativa significativa entre el sodio ingerido (mg/kg) y el porcentaje de pérdida de masa corporal.
Appetite 2009; 52:561-567