RESUMEN
Los datos epidemiológicos sugieren que los atletas de resistencia están en un mayor riesgo de presentar infecciones de vías respiratorias altas durante los periodos de entrenamientos intensos y en el periodo de 1 a 2 semanas después de las carreras. Existe cada vez más evidencia de que, por varias horas después de altos esfuerzos, algunos componentes del sistema inmunitario tanto innato (por ejemplo, actividad de las células asesinas naturales y actividad oxidativa en ráfagas de los neutrófilos) como adquirida (por ejemplo, función de las células T y B) muestran una supresión en su función. Al mismo tiempo, las citocinas plasmáticas pro- y anti-inflamatorias están elevadas, en particular el receptor antagonista de la interleucina-6 y el de la interleucina-1. Se han explorado diversos mecanismos que explican la inmunidad alterada, incluyendo la circulación inducida por hormonas de las células inmunitarias y la influencia directa de las hormonas de estrés, la prostaglandina E-2, las citocinas, y otros factores. La respuesta inmunitaria a altos esfuerzos es transitoria, y se necesita más investigación en los mecanismos subyacentes de la respuesta inmunitaria al ejercicio de resistencia prolongado y de alta intensidad antes de dar aplicaciones clínicas. Se han realizado algunos intentos a través de medios químicos o nutricionales (por ejemplo, indometacina, glutamina, vitamina C, y la suplementación con carbohidratos) para atenuar los cambios en el sistema inmunitario después del ejercicio intenso.
J Appl Physiol 82(5):1385-1394, 1997.